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2430,más cerca del cielo

Buenos días!!

Volvemos a la carga con los post,tras un par de semanas de descanso,hoy os contare mi expericia en el K-22 de Peñalara.



Domingo,06:20,suena el despertador.....Dios santo...no hace mucho tiempo a esas horas estaba llegando a casa después de una noche de fiesta y ahora me despierto para hacer deporte....

Rápidamente intentó activarme,pues me esperan a las 7.00,no hay que perder tiempo,tostadas con aceite de rigor y andando al punto de encuentro.

Allí esperan Borja y Juan,como sí nada me jalean para que me de prisa,se nota que hoy son ellos los que mandan,son ellos los que me han "engañado" para hacer esto y se muestran ansiosos por llegar a su querida  montaña.

Durante los escasos 40 minutos de trayecto aprovecho para cerrar los ojos,de fondo escucho la conversación que se traen estos dos...que sí el km vertical....que sí los canchales....que sí aquí hay que correr y aquí trepar....un momento....¿trepar?....

Finalmente llegamos a La Granja,lugar de inicio y final de la carrera,me empapo de un ambiente distinto al habitual de mis triatlones,aquí no hay trasiego de gente con material,sólo amigos que se reencuentran y conversan sobre viejas carreras,no hay duda que son una gran familia enamorada de la montaña.

Un par de fotos,unos estiramientos y pum! Comenzamos a correr!

Recorremos unos metros por las calles de la pedanía y salimos al campo,en menos de 1 Km ya empiezan las subidas, ¡sí aún no me ha dado tiempo ni a calentar! Tras un par de subidas y bajadas llega el primer reto, la silla de Rey.

Cuando levanto la vista no me lo puedo creer.......una serpiente de corredores asciende por una pared entre pinos,imposible enderezar el cuerpo,la inclinación de la subida hace que sólo puedas mirar al suelo durante todo ese tramo.

Subo como puedo,intentando no caerme  ya que la hierba aún esta calada por el rocío de la mañana y consiguió llegar arriba,control de chip y bajadita hasta el primer avituallamiento.


Sin alargarme,quiero resaltar la buena organización de la carrera así como la colaboración de los voluntarios,sin ellos no sería posible todo esto.

Relleno bidón,un poco de isotonico y seguimos,el camino nos regala sus mejores vistas,pinares y valles dignos de la trilogía de Peter Jackson.

Al llegar al siguiente avituallamiento,comento con Borja lo duro que está siendo el recorrido,un voluntario que escucha la conversación se ríe y nos pone en aviso de que lo "mejor" está por llegar.

Salimos a un llano y al levantar de nuevo la vista allí esta,el mítico Km Vertical,o "El muro" como suelen llamarlo,una pared vertícal compuesta únicamente por rocas,sólo mirarla ya aterra y el paso firme que llevaba hasta ese momento empieza a flojear como un sexto sentido que me inicita a desviar mi camino y evitar ese sufrimiento.


Sin darme tiempo para pensar comienzo el ascenso,ya en los primeros metros empiezo a encorvarme,tratando de luchar contra aquello que Sir Isaac Newton llamase la fuerza de la gravedad.

Imposible.....sigo avanzando y me doy cuenta que debo posar mis manos sobre las rocas y como sí fuese un Lince Ibérico,señor de nuestros bosques,trepo aferrandome a las rocas y esquivando las piedras sueltas que otros corredores proyectan hacia abajo.

Finalmente consigo coronar el muro,ya lo tienes,estas en la cima y eso ya no te lo va a quitar nadie,me tomo mi tiempo para recrearme con las vistas,no todos los días esta uno a 2400 metros de altitud.




Pues ya esta ¿no?,ya hemos subido y lo duro esta hecho....iluso de mi,nunca pensé que mientras descendía anhelase la subida.

La bajada de Peñalara es infernal,un canchal,digno de un paisaje marciano, nos recibe con miles de piedras que te van destrozando las piernas como sí de minas anti personas se tratase,voy con mil ojos,estoy atravesando los riscos y cualquier fallo al posar un pie puede suponer una caída grave,el descenso se endurece y en un par de ocasiones tengo que usar las rocas como sí de un tobogán se tratase para mantener el equilibro.


Tras un descenso infernal,llegamos a una zona de senderos más agradable,en ese momento ya empiezo a pensar que lo he conseguido,al llegar al penúltimo avituallamiento me reencuentro con Borja,quien como experimentado corredor de montaña, me había dado un buen palo en la bajada.

Chocamos la mano,comemos y nos hidratamos y continuamos juntos para completar el último tramo del recorrido.



Atravesamos pinares preciosos,mezclados con riachuelos que forman meandros entre la maleza,nos permitimos comentar la carrera y paso a paso,lentos pero firmes,llegamos hasta la pedanía de nuevo,levantamos los brazos y cruzamos la meta.

3 horas 52 minutos atravesando la sierra Segoviana y luchando contra su muro,pero eso ya no importa,esta hecho,ha caído el muro.



Ha sido una experiencia llena de claro oscuros,por un lado he disfrutado de una carrera en un paraje inigualable,con vistas que la mayoría de la gente no tendrá nunca,pero ha sido muy duro,he acabado con los dedos de los pies llenos de heridas y las piernas hechas polvo de los las subidas y sobre todo de las bajadas.

Me apunto otra medalla,no se sí será la última,sólo el tiempo dirá sí vuelvo a subir a la montaña.




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